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  • Foto del escritorRevista De Frente

A 100 años de un levantamiento de jóvenes por toda la sociedad (1ra Parte)

Consideraciones sobre las Reformas de Córdoba

Para que unas voluntades se posicionen por encima de su situación histórica deben encontrar en el seno de su sociedad aquellas condiciones que por su insostenibilidad y perjuicio se conviertan en una necesidad perentoria de transformación. Este fue el principal logro del movimiento reformista de córdoba, su comprensión sobre la situación que vivían las universidades latinoamericanas y el papel que la generación joven del continente debía jugar para poder cambiar el orden monástico y clerical que imperaba en ellas.



La situación de la sociedad argentina durante la reforma, estaba vinculada al crecimiento de los centros poblacionales urbanos y el surgimiento de los nuevos modos de vida característicos de las ciudades, en donde los movimientos de distintos sectores sociales, como los obreros y los estudiantes se veían en situaciones, que les obligaban a ejercer la protesta como medio de reconocimiento social y posicionamiento de los intereses de su sector. La influencia de las inmigraciones aceleró esta situación del desarrollo de la modernidad argentina, que de manera general entró en conflicto con las aristocracias republicanas y las instituciones al servicio del clero colonial, que las revoluciones independentistas no pudieron acabar.

La insostenibilidad de las viejas relaciones de dominio fue captada por el sentir de los jóvenes reformistas, lo que les llevo a alzarse con una energía vital de tal magnitud que lo que inició como una lucha en contra del cierre del hospital de clínicas llegó a transformar la organización de las universidades con tal éxito que la vieja casta monástica fue expulsada y el cogobierno junto con la autonomía y la extensión universitaria tomaron la educación superior por asalto, organizando a su vez el movimiento un nivel continental de la lucha.

Las ideas liberales, progresistas y socialistas convergieron en un horizonte de desarrollo y liberación nacional que les integraba en un todo orgánico movilizado a favor de la transformación, en la medida en que el movimiento se radicalizaba, el horizonte socialista se adueñaba del pensamiento de sus dirigentes, quienes después de la segunda intervención del gobierno argentino pasaron a dirigir las cátedras universitarias y a ser los nuevos hacedores de la universidad.

Grandes críticas se han erigido al movimiento atribuyéndole su incapacidad para transformar las bases estructurales de la sociedad argentina y solo hacer cambios de orden institucional, además de tener una fuerte tendencia de progreso y ascenso social que movilizaba a las clases medias que lo compusieron.

Sin embargo, las lecciones que su trascendencia nos deja son muchas, las más grandes: el uso de la ciencia y la educación al servicio de las clases populares y no de las élites (aristocráticas en su momento, burguesas en la actualidad), de la mano de una lucha articulada que compone a los obreros vinculados con los estudiantes como apoyo a través de sus capacidades buscando colocar la universidad siempre al servicio del pueblo. La construcción creativa de diferentes formas de organización para la ejecución de tareas militantes y por último el carácter nacional/continental de la lucha que hoy en día se vuelve un imperativo para la juventud de la patria grande que se alza frente a los embates del capital y la derecha latinoamericana.


Por: Frente Cultural de Izquierda.

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